viernes, 5 de junio de 2009

ACTIVIDADES Y JUEGOS PARA EL DÍA DEL MEDIO AMBIENTE

Ahí tenéis algunas actividades para celebrar el día del medio ambiente en clase.

  • Podéis calcular vuestra huella ecológica mediante un test.:
Ecología urbana:
http://educalia.educared.net/edu2/externs/ciudadania/cast/ecologia.htm

  • Podéis hacer actividades, sobre agua energía y residuos:
Berde Berdea:http://www.berde-berdea.net/spa/

Honolokoko: http://honoloko.eea.europa.eu/Honoloko.html

Dame la lata: http://www.reciclavidrio.com/entrar.htm

La ciudad del reciclaje: http://www.epa.gov/recyclecity/

Juegos sobre el reciclaje: http://www.ribafarre.com/Juegos/menu.htm

Juego sobre el reciclaje: http://www.rcir.es/imagenes/reciclo.swf

Juego sobre reforestación:
http://www.crimenesdelucindo.org/index2.php?token=

Ahorro de energía y cálculo de CO2 emitido:http://www.ceroco2.org/

miércoles, 3 de junio de 2009

ENLACES, LECTURAS Y ACTIVIDADES PARA EL DÍA DEL MEDIO AMBIENTE

Este es un pequeño relato de Jean Giono que nos descubre la generosidad de un hombre con su entorno. La sabiduría del saber esperar, la observación del entorno, la humildad, son valores poco habituales en nuestra época que necesitamos recuperar.
CARTA DE LA TIERRA.

CARTAINDIO SEATTLE

CARTA INDIO SEATTLE

Si yo fuera tu amante - Rosana Arbelo

¿Qué podría pasar si tu fueras el mundo? una piel de asfalto y hormigón,
si en el mar de tu boca se vertiera despacio, por amor, residuos tóxicos
si abrasaran tu pelo como queman los bosques y enterraran tu espalda entre miles de botes
¿Qué podría pasar si tú fueras la tierra? tu mirada un horizonte gris
si trataran tu cuerpo como polvo de arena poco a poco hasta llegar al fin
Si llenaran tu pecho de papeles pegados que después con el humo se caerán a mi lado
Si tú fueras el mundo y yo fuera tu amante, mimaría tu cuerpo por tenerlo a mi alcance
dibujando una huella que excitara tu mente, hallaría la lluvia en el sudor de tu frente!
Si tú fueras el mundo y yo fuera tu amante, de mi boca marea que en tu boca se esparce
de mi alma caricias sin llegar a enredarte ¡si yo fuera tu amante!
¿Qué podría pasar si estuviera en tus manos el futuro y la imaginación
de un planeta que gira en un camino enredado por la guerra, el hambre, y el dolor?
si te fuera posible encontrar la salida para darle cobijo a lo que queda de vida
¿Qué podría pasar si cayera en tus manos el latido de ese corazón
que agoniza dejando el universo encerrado en un cuarto donde no hay amor?
si te fuera posible entender que es de todos y que todos los hombres pueden más que uno solo
¿Qué podría pasar si tu fueras el mundo? una piel de asfalto y hormigón,
si en el mar de tu boca se vertiera despacio por amor residuos tóxicos
si abrasaran tu pelo como queman los bosques y enterraran tu espalda entre miles de botes
¿Qué podría pasar si tú fueras la tierra? tu mirada un horizonte gris,
si trataran tu cuerpo como polvo de arena, poco a poco hasta llegar al fin
si llenaran tu pecho de papeles pegados que después con el humo se caerán a mi lado
ACTIVIDADES SOBRE LA CANCIÓN
1. Subraya las palabras relacionadas con el medio ambiente
2. Tras leer y escuchar la canción, identifica los problemas ambientales que se reflejan en ella. ¿Qué titulo le darías?
3. ¿Qué tipo de mensaje te transmite la canción?
4. ¿Qué soluciones propone la canción? ¿Qué soluciones propones tú?

LECTURAS PARA EL DÍA DEL MEDIO AMBIENTE


Carta del jefe indio Seattle


Carta enviada al Presidente Franklin Pierce en 1855 por el Jefe Seattle de la tribu Suwamish de los territorios del NW de Estados Unidos (hoy Washington) como respuesta a la oferta de compra de las tierras de los Suwamish.
"El Gran Jefe de Washington manda a decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe en Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas."
"¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habéis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque , cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre piel roja."
"Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre piel roja, Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballos, el águila majestuosa son nuestros hermanos. las crestas rocosas, las savias de las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia."
"Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que podemos vivir cómodamente entre nosotros. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Más, ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de agua es la voz del padre de mi padre."
"Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daríais a cualquier hermano."
"Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importa. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras si solo un desierto."
"No lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre piel roja. Pero quizás sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el rozar de las alas de un insecto. Pero quizás sea así porque soy un salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y que clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna ? Soy un hombre piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia calma del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos."
"El aire es algo preciosos para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento. El animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizante, se ha vuelto insensible al hedor. Más si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. Y, si os vendemos nuestras tierras, debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera."
"Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que sólo matamos para poder vivir. ¿Que es el hombre sin los animales ? Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir también al hombre. Todas las cosas están relacionadas entre si."
"Vosotros debéis enseñar vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos que la tierra está plena de vida de nuestros antepasados. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen en el suelo se escupen a sí mismos."
"Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a si mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia,"
"Aun el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con él -de amigo a amigo no puede estar exento del destino común-. Quizás seamos hermanos, después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizás que sois dueño de nuestras tierras ; pero no podréis serlo . Es el Dios de la humanidad y Su compasión es igual para el hombre de piel roja que para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para El y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres Blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos los que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas esté cerrada un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza el sobrevivir..."

LECTURAS PARA EL DÍA DEL MEDIO AMBIENTE



LOS RESIDUOS EN LA CIUDAD




" La ciudad de Leonia se rehace a si misma todos los días: la población despierta entre sábanas frescas, se lava con jabones apenas salidos de sus envoltorios, se cubre con vestiduras flamantes, extrae del más moderno frigorifico botes todavía intensos, escuchando las últimas patrañas en el último modelo de radio. En las aceras, apelmazados en tersos sacos de plástico, los restos de la Leonia de ayer esperan el carro de la basura (...). La opulencia de Leonia se mide por las cosas que cada día se tiran para ser reemplazadas por otras nuevas. Tanto que uno se pregunta si la auténtica pasión de Leonia será verdaderamente, como dicen gozar de las cosas nuevas y diferentes, o no más bien expulsar, apartar, purgarse de una impureza recurrente. Es cierto que los basureros son acogidos como ángeles, y que su trabajo de limpiar los restos de la existencia de ayer se rodea de un respeto silencioso, como un rito que inspira devoción, o quizás sólo sea porque una vez desechadas las cosas, nadie quiere pensar más en ellas.
Dónde llevan cada día su carga los basureros nadie se lo pregunta: fuera de la ciudad, cierto; pero de año en año la ciudad se expande y las inmundicias deben llevarse más lejos; la enormidad del desperdicio aumenta y los montones se elevan, se estratifican, se despliegan en un perímetro cada vez más vasto. Añádase que cuanto más se afana el arte de Leonia en fabricar nuevos y excelentes materiales, más mejora la basura, más resiste al tiempo, a las intemperies, a fermentaciones y combustiones. Es una fortaleza de desperdicios indestructibles la que circunda Leonia, la sobrepasa por todos lados como un circo de montañas.
Los desperdicios de Leonia poco a poco invadirían todo el mundo si en el inmenso basurero no estuvieran presionando, más allá de la última cresta, basureros de otras ciudades que también rechazan lejos de sí montañas de desechos. Quizás el mundo entero, más allá de los confines de Leonia, esté recubierto de cráteres de basura en ininterrumpida erupción, cada uno alrededor de una metrópoli. Las fronteras entre las ciudades extranjeras y enemigas son bastiones infectos donde los detritos de una y otra se apuntalan recíprocamente, se sobrepasan y se mezclan.
Pero cuanto más crece en altura, más cercano está el derrumbe: bastará que un tarrito, un viejo neumático o un garrafón sin su cubierta de paja desborde y ruede del lado de Leonia, para que un alud de zapatos desparejados, de añejos calendarios caducos, de flores secas, sumerja a la ciudad en el propio pasado que en vano intentaba retirar, mezclado con el de las ciudades limítrofes finalmente limpias: un cataclismo allanará la sórdida cordillera mostruosa, eliminará cualquier trazo de la metrópoli siempre vestida de estreno. En las ciudades vecinas estarán ya prestos los rodillos compresores para nivelar el suelo, para extenderse sobre el nuevo territorio, para engrandecer el suyo, para alejar los nuevos basureros. "
Calvino. La città invisibile. 1972.
tomado de Virginio Bettini y Paolo Rabitti

lunes, 1 de junio de 2009

ACTIVIDADES PARA GUARDIAS

Observa este vídeo y después contesta a las cuestiones.